Hoy en día, es muy común que, al sufrir una lesión, recurramos inmediatamente a algún antiinflamatorio para aliviar el dolor. Sin embargo, esta no siempre es la mejor opción. Cuando nuestro cuerpo se lesiona, se activa un proceso natural de reparación que implica inflamación, una respuesta necesaria para que el tejido dañado pueda sanarse correctamente.
¿Por Qué Sentimos Dolor?
Cuando ocurre una lesión, nuestro cuerpo libera sustancias que hacen que la zona afectada sea más sensible. Esto activa los receptores de peligro en la zona, ayudándonos a ser conscientes de la lesión y evitando que empeoremos el daño. Aunque el dolor puede ser incómodo, forma parte del proceso de reparación.
Además del dolor, estas sustancias aumentan el flujo sanguíneo hacia la zona lesionada, trayendo células especializadas que trabajan en la reparación del tejido dañado. Si permitimos que el proceso de inflamación natural ocurra correctamente, el cuerpo puede regenerar un tejido nuevo, fuerte y saludable.
¿Por Qué los Antiinflamatorios Pueden Ser un Problema?
El problema surge cuando recurrimos rápidamente a los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) para aliviar el dolor. Aunque estos medicamentos pueden reducir la molestia, también disminuyen la inflamación. Y, aunque esto parece positivo, puede ser contraproducente para la reparación del tejido.
La inflamación es esencial para la recuperación, ya que es la señal que nuestro cuerpo necesita para enviar células reparadoras a la zona afectada. Al tomar un antiinflamatorio, interferimos con este mecanismo natural, lo que podría ralentizar la curación y hacer que el tejido se regenere de forma menos funcional o incluso más débil.
Estudios recientes han encontrado que el uso de AINEs después de una lesión puede tener efectos negativos en la curación de los tejidos blandos y los huesos (1)(2). Esto sugiere que, en algunos casos, permitir que el cuerpo siga su proceso natural de reparación, aunque incómodo, podría ser lo mejor a largo plazo.
¿Qué Hacer Ante una Lesión?
Antes de optar por un antiinflamatorio, es importante considerar el impacto en el proceso de recuperación. Aquí algunos consejos:
- Escucha a tu cuerpo: Si la lesión es leve, permite que el cuerpo realice su trabajo de reparación sin interferencias.
- Consulta a un especialista: Si tienes dudas sobre cómo tratar una lesión, consulta a un profesional de la salud.
- Tratamientos alternativos: Existen opciones, como la fisioterapia y los ejercicios de rehabilitación, que pueden ayudar a acelerar la recuperación sin necesidad de medicamentos.
Si tienes un problema muscular, óseo o articular y buscas asesoramiento, en Clínica Bwell ofrecemos un servicio de acceso directo donde puedes recibir tratamiento y orientación rápida de un kinesiólogo especializado. Haz clic aquí para registrar una cita y obtén el apoyo que necesitas.